No se encontraron resultados.PIDIÓ EL CAMBIO

El pasado viernes 17 de febrero, se llevó a cabo en la Sede de la Liga Regional Sanlorencina de Fútbol, la Asamblea General donde los clubes tuvieron la potestad de elegir la figura presidenciable para el año 2012.

José Segovia buscaba continuar al frente de dicha institución y de esa forma conseguir un mandato más, de los muchos que ya tiene en su haber. Luís Franco, la oposición que asomaba como una alternativa. Después de varios años, la Sanlorencina volvía a tener dos candidatos para decidir democráticamente los destinos de la Liga.

Los clubes que participaron de dicha Asamblea fueron: Alba de Maciel, Sportivo Belgrano de Oliveros, Timbuense, Boca de Serodino, Polideportivo de Puerto, General San Martín, Colón, Santa Catalina, Villa Cassini y Barrio Quinta.

No dieron el presente a las elecciones: Beltrán Fútbol Club, Maciel y Sebastián Gaboto. Recordando además que los clubes desafiliados el pasado año no pudieron participar por no formar parte en la actualidad de la vida institucional de la Liga, ellos son: Barrio Vila, Combate, Escuelita Municipal, Remedios de Escalada y Villa Felisa.

Los comicios se desarrollaron en forma secreta y con total normalidad. El recuento posterior lo dio ganador a Franco con un total de 6 votos, sobre 4 sufragios de Segovia. La llegada de una cara nueva a la presidencia (aunque vieja y reconocida en los últimos veinte años de la Liga) le otorga un aire de optimismo a quienes integran la Sanlorencina.

El ítem más importante sobre el que habrá que trabajar es, sin dudas, las condiciones de seguridad en las instalaciones de los clubes. Justamente, el punto de inflexión en el 2011, y el principio del fin para el ciclo Segovia. Aquel día de los cuatro balazos al jugador de Beltrán y todas las consecuencias que trajo consigo, incluyendo el conflicto con los clubes de San Lorenzo, fueron el detonante suficiente para su salida.

En la plataforma de propuestas de Franco, figura como cambio más rotundo la fusión de las dos divisionales en la Primera División. Se elimina la categoría B y con ella los ascensos y descensos. Y se conoce también, un comienzo de tregua y acuerdo entre los clubes desafiliados y la Liga que los representaba, para volver a participar ahora que emerge un Presidente nuevo.

Las sucesivas gestiones de Segovia, llevaron a un desgaste en la relación con los dirigentes de los clubes. El correr de los años trajo aparejado más cuestiones negativas que positivas. Torneos que no se terminaron, organización de certámenes que no tenían un fundamento razonable, problemas de seguridad que generalmente se resolvían con multas económicas y lo único que lograban era hundir la realidad barrial de las instituciones.

Finalmente los actores principales pidieron el cambio. Salió Segovia, entró Franco.

LEANDRO AGUIAR.