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El ministro vocero del gobierno, Andrés Chadwick, sostuvo que “los más duros entre los duros” de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) son los responsables del corte del diálogo con las autoridades.

“En el día de ayer (por este sábado) la Confech le ha comunicado al país que ha rechazado toda forma de diálogo o conversación y que, por declaraciones de sus propios dirigentes, el movimiento se va a radicalizar, va a llamar a una suerte de paro nacional y van a adoptar medidas cada vez más radicales en su accionar”, dijo Chadwick en el palacio La Moneda, sede del gobierno.

Agregó que “ha quedado claro con las declaraciones del día de ayer (por este sábado) que la Confech ha pasado a ser tomada, cooptada, dirigida absolutamente por los sectores más ultra, más radicalizados, más intransigentes, lo que traerá como consecuencia un movimiento estudiantil que no se preocupa fundamentalmente del tema de la educación sino de la agitación”.

“Seguimos con las puertas abiertas pero ya no podemos esperar”, señaló el ministro cuando los periodistas le preguntaron si el gobierno mantenía el llamado al diálogo, reportó la agencia de noticias ANSA.

En tanto, el presidente Sebastián Piñera, en su residencia de descanso a orillas del lago Ranco, a 900 kilómetros al sur de Santiago, llamó a la Confech a retomar el diálogo y ratificó el compromiso de su gobierno para garantizar una educación de calidad.

Luego de asistir a misa, Piñera afirmó que “el gobierno tiene un compromiso claro y firme: garantizarles a todos educación de calidad y a los que lo necesitan, educación gratuita”.

El mandatario no quiso pronunciarse sobre los dichos de la vocera de la Confech Camila Vallejo, quien lo criticó por tomarse vacaciones mientras los estudiantes están buscando soluciones a la crisis.

Anoche, en Valdivia, a 800 kilómetros al sur de Santiago, y al cabo de una asamblea que duró nueve horas, la Confech ratificó la decisión de retirarse de la mesa de diálogo instalada por el gobierno y anunció un paro nacional de 48 horas para el 18 y el 19 de este mes.

La ruptura del diálogo ya había sido anunciada por los dirigentes de la Confech y de las organizaciones de estudiantes secundarios el miércoles pasado, al cabo de una reunión de cuatro horas con el ministro de Educación, Felipe Bulnes, en la que las partes no llegaron a un acuerdo sobre el alcance de la gratuidad, la principal de las reformas que alumnos y docentes reclaman para el sistema educativo chileno.

“Mientras nosotros creemos, como gobierno, en avanzar en la gratuidad para aquellos estudiantes que vengan de las familias más vulnerables, los estudiantes nos están pidiendo gratuidad para el cien por ciento de aquellos que asistan a las universidades estatales”, explicó ese día Bulnes.

El funcionario añadió que el gobierno no cree que “una política educacional correcta sea darles gratuidad a los ricos” porque “no corresponde que los pobres terminen subsidiando una educación de los ricos”, y subrayó que ese asunto estaba “marcando una diferencia fundamental entre ambas posturas”.

“Nosotros no sólo demandamos la gratuidad, sino también la responsabilidad del Estado en la educación”, replicó anoche Vallejo.

“No estamos diciendo que los pobres financien a los ricos, sino que los ricos, (que representan) cinco por ciento de la población, deben financiar la educación mediante una reforma tributaria”, agregó.

Además de convocar al paro nacional, la Confech exhortó a los estudiantes a no iniciar el segundo semestre y a seguir movilizados, y David Urrea, dirigente estudiantil de la Universidad Arturo Prat, llamó a “radicalizar la movilización y a prepararse para tiempos difíciles”.

(Telam)