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Yo creo que nos muestra las diferentes caras de la vida. Las que nos gustan y las que no, las que queremos que nos revele y las que queremos que oculte, las que nos hacen felices y las que nos provocan llanto.

Creo que es el complemento más importante de la existencia del ser humano. Nosotros jugamos con él, no le damos importancia hasta que vemos que se nos escapa de las manos. En ese momento nos da miedo perdernos en los laberintos de ese tiempo, que nos presenta miles de caminos con toques de:

* Pasado… pasado que quisiéramos repetir, olvidar, congelar. En fin tiempo que no podemos transformar, que ya no está. Simples recuerdos.

* Presente… un presente que se disfruta o no, pero que pasa rápido. Solo hay un HOY, muchos ayer, mañanas, aún no se sabe. Lamentablemente el hoy es el que menos importa aunque es el mas permeable a nuestros deseos, pero es, el que nos causa menos gracia.

* Futuro… incierto, no sabemos que nos depara, no sabemos si habrá un después. Solo sabemos proyectarnos y especular con él.

En el instante en que se nos escapa entendemos que el tiempo no curaba, no superaba, no daba posibilidades, sólo PASABA. Y yo no quiero que el tiempo pase sin que me vea mirar y aprender de mi pasado, disfrutar y entender mi presente, y sin imaginarme mi futuro. El tiempo pasa rápido, hay que disfrutar de los más mínimos detalles, porque ningún reloj da vuelta hacia atrás. Y todo lo que nos sucede ahora, minutos después se transforma en pasado.