Peloteros, obras de teatro, payasos, sorteos y otras atracciones, generan una gran sonrisa en los más chicos, pero desde otra mirada encontramos que detrás de esas inocentes sonrisas, llenas de amor se encuentran los actores políticos intentando pintar otra realidad con globos y caramelos.

A los niños hay que cuidarlos, atenderlos, ayudarlos a crecer sanos y brindarles una buena educación. Los niños son el presente y el futuro. El primer apoyo y contención se debe dar desde la familia, luego desde las instituciones educativas y el estado es responsable de brindar el bienestar de la población de forma equitativa.

Nuestros niños no viven entre globos y caramelos, muchos no tienen la contención de una familia o por lo menos de una unida, otros encuentran en la escuela un comedor diario y no una institución educativa y el estado nacional, provincial y municipal no profundizan las medidas para lograr aquella necesitada sonrisa diaria.

Los niños que asisten a la escuela un día de lluvia, deben caminar sobre el barro porque no cuentan ni siquiera con veredas. Esto no es inclusión! Un niño que se rodea de inseguridad como una práctica habitual, no está incluido. Un niño que no tiene disciplina deportiva, cultural, o mismas oportunidades de compartir espacios y momentos con otro, no tendrá una visión de futuro más que la que conoce.

Cientos de fotos circularon hasta el cierre de esta edición, de personajes políticos abrazados a los niños en sus festejos en los distintos puntos del Cordón Industrial. Serán las primeras y las únicas del año, a mí pensar. Proponemos a los sectores políticos que no solo caminen los barrios en la antesala de las elecciones, sino que luchen desde la hora cero para cambiar la sociedad, para profundizar las medidas.

Demás está explicar que los precandidatos se muestran para que se los tenga en cuenta a la hora del voto, pero porqué no elegir el camino más largo: aquel donde la huella del caminar día a día valdrá más que los costosos folletos, en el que reclamar a quienes hoy están al mando será el mejor currículum. Allí uno puede dejar su marca en la sociedad por la constancia, la dedicación y el esfuerzo por el prójimo.