No se encontraron resultados.El huevo es tradición en casi todo el mundo, en las distintas religiones y épocas de la historia, y nunca puede faltar en la mesa el domingo de ramos.

En la prehistoria según dicen, el origen de la tradición es una referencia o remembranza de la edad de hielo. Luego del invierno, las aves lograban poner muchos huevos de los cuales se alimentaban los humanos, hasta que podían volver a retomar la caza en épocas más calidas.

En el judaísmo, no es tomado como una costumbre judía, pero existe un simbolismo del mismo. El huevo en medio de un plato judío representa la continuidad del ciclo de la vida y otro de los significados dados es que representa el fortalecimiento que presentó el pueblo judío al lograr salir de Egipto durante el Éxodo.

En el cristianismo en cambio, el intercambio de huevos de pascua, hechos de chocolate, es muy importante. Los países que cumplen con la tradición son Polonia, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Italia, Francia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Chile y Paraguay. En argentina y otros países el huevo se hace de chocolate, confitado, incluso con juguetes dentro. En Medio Oriente todavía se sigue intercambiando huevos carmesí, para recordar la sangre de Cristo. Y en Polonia y en Ucrania hacen verdaderas obras de arte con cera fundida sobre su cáscara. El huevo está asociado a la fertilidad, constituye el signo la resurrección, y muchos otros significados más.

Pero de todos estos conceptos dados en diversas religiones y épocas de la historia, ninguno es conocido por la sociedad, ya que se ha perdido la importancia y el origen de los huevos de pascua para convertirse en un simple acto inculcado por el capitalismo.

Intercambiar huevos de pascua ya no significa pensar en dios, la resurrección, estar en familia o su significado propio de cada lugar, sino que significa regalar, “quedar bien”, comprar porque “están de moda”, por ser la semana y el mes en el cual se ven huevos y conejos de pascua por todas las vidrieras.

A veces está bueno saber el por qué de las cosas que hacemos. Informarnos para saber qué estamos haciendo y en base a qué, y no sólo dejarnos llevar por el capitalismo. Aunque… un huevo de pascua de chocolate, no se le niega a nadie.

¡Felices Pascuas para todos!