No se encontraron resultados.Las lágrimas son un líquido prducido por nuestro cuerpo para lubricar y limpiar el ojo. Pero ellas suelen aparecer
más veces de las necesarias para cumplir su deber biológico. Existes dos graandes clases de lágrimas: las de felicidad y las de tristeza.

Cuando juntamos muchas cosas en nuestro interior llega un momento en el que como se dice comunmente "explotamos"; o cuando estamos sumidos en una tristeza muy grande ellas aparecen sin ser llamadas.

Yo creo que también llegan para limpiar, y ya no nuestros ojos, sino el alma y la mente, para desahogarnos, para sacar todo eso que estaba demás, que ya no nos hace falta. Muchas veces se presentan como un río de gran caudal que no para de recorrer nuestras mejillas. Mientras que otras veces llegan como las gotas de rocío, una a una caen desde nuestros ojos sensibles y delicadas.Pero siempre con el mismo fin, llevrase dentro de sí un poco de eso que queríamos sacar, ya sean broncas, dolores, palabras nunca dichas, desiluciones, en fin las cosas que no hacían mal.

Muchas veces lloramos y no sabemos porqué, pero entendemos que si las lásgrimas llegan es porque algo hay en nosotros que no está bien, por lo general, "el no saber" en realidad es "no querer aceptar" porque lloramos. Porque vemos que con cada gota se va un poco de esa verdad que hasta ese momento habíamos tapado con otras emociones, con otras preocupaciones, son las lágrima las que laboriosas, una por una la sacan a la luz. Y es bueno que salgan, porque cuando al fin dejamos de llorar nos sentimos raros, vacíos, estábamos tan acostumbrados a tener tantas cosas adentro que ahora estamos más livianos y es porque las lágrimas dejaron los huecos de todo eso que ya no nos hacia bien y no sabemos que hacer con nosotros. Cuando esto nos ocurre debemos aprender a no volver a llenar en la medida de nuestras posibilidades, esos huecos con las mismas cosas que sacamos, cuando dejemos de llorar por algo es importante no volver a llorar por la misma razón. Todo lo que pasa por nostros deja maracas, aunque se vaya para siempre, algo mínimo deja. Entonces la próxima vez que lás lágrimas intenten sacar eso mismo que se habían llevado una vez, la huella habrá dejado esta vez será mayor, y así con el tiempo, por más que llamemos a las lágrimas para limpiar nuestro interior, ella nos van a poder borrar absolutamente todo.

Pero al principio dije que existen dos clases de lágrimas, y ahora son protagonistas la lágrimas de felicidad, esas son a mi parecer las lágrimas que verdaderamente hablan, en ellas sale todo lo que no podemos decir en momentos de gran felicidad, cuando ya se acabaron las palabras, porque lo que nos sucede nos supera con creces y nos pasa por encima, entonces en cada gota se juntan las miles de palabras que nos nos salen, y brotan para que los demás las lean desde nuestros ojos, o mejor del alma, porque como alguna vez alguien dijo, los ojos son las ventanas del alma ¿o no? Entonces es más facil que podamos decirles a los demás que pasa por nostros en ese momento, si estamos agradecidos, contentos, sorprendidos, y sobre todas las cosas emocionados, porque si las lágrimas de felicidad, hacen movilizar en nostros todas las emocioNes, nos hacen más fuertes para enfrentarnos a las lágrimas de tristeza, y nos enseñan que a veces no hace falta hablar, porque las pequeñas gotas que salen de nuestros ojos expresan muchas veces, más que nuestra voz misma. A las lágrimas de felicidad no debemos tenerles verguenza, a mucha gente no le gusta que la vean llorar, puede que uno se esconda para llorar si está triste, para no contiagiar a otros con el mal ánimo, pero las lágrimas de felcidad no hay que reprimirlas, por lo general también se contagian, y nos permiten hablar con verdaderos sentimientos, eso nos conecta con los demás de una forma especial y les puedo aegurar que no se olvidan jamás...