No se encontraron resultados.El lunes pasado nuevamente un colectivo de la empresa Rosario Bus sufrió “un desperfecto mecánico” y se prendió fuego. Las llamas se iniciaron en el motor de la unidad, cuando circulaba por la Autopista Rosario – Santa Fe, a la altura de la localidad de Granadero Baigorria, y con 30 pasajeros a bordo. El fuego se extendió rápidamente y, a pesar del esfuerzo del trabajo de los Bomberos Voluntarios de Capitán Bermúdez, de aquel ómnibus sólo quedan cenizas.

El pánico primo en la escena. Los pasajeros descendieron inmediatamente ante el incendio y, aunque no hubo que lamentar ningún herido, algunas personas sufrieron algunos golpes en el amontonamiento que se dio producto de la desesperación por descender.

Hasta que los Bomberos llegaran al lugar – lamentablemente Baigorria aun no cuenta con su propio cuerpo y deben acudir de localidades vecinas – el conductor del coche intentó extinguir el foco ígneo, pero no tenía con qué hacerlo. Según comentaron a este medio alguno de los pasajeros, no había matafuego en la unidad, por lo que el colectivero comenzó a realizar señas a los automovilistas que pasaban, para conseguir un extinguidor. De todas maneras, el esfuerzo fue en vano.

La situación preocupa y debe ocupar a los responsables de controlar a la firma Rosario Bus, una empresa que desde hace más de 15 años monopoliza el transporte público del gran Rosario. Es la tercera vez en nueve meses que un colectivo se incendia por presuntos desperfectos y se desconoce si hubo algún tipo de sanción. Afortunadamente, hasta el día de hoy no hay que lamentar víctimas, pero no es necesario esperar que existan para comenzar a actuar.

El estado de los coches de Rosario Bus deja mucho que desear y, más allá de estos casos de extrema gravedad, los usuarios – que pagan un boleto realmente muy alto- deben convivir a diario con los desperfectos de las unidades. Es común ver a 20 o 30 pasajeros en una parada de colectivos, en cualquier sector del recorrido de las líneas interurbanas de esta firma, esperando a que un coche los recoja, porque tuvieron que abandonar el suyo por problemas mecánicos.

Esto genera irritación en los usuarios, que padecen a diario las consecuencias. Viajar en condiciones de hacinamiento en algunos casos, llegar a tarde a destino porque se rompió la unidad, esperar durante largo tiempo su línea los días feriados, domingos y en algunas noches y podríamos seguir enumerando las deficiencias de este servicio tan utilizado por los habitantes de la región.

Es hora que alguien empiece a actuar y se tomen las medidas necesarias para evitar que ocurra una tragedia y tengamos que lamentarnos.