No se encontraron resultados.En repudio a la decisión del Instituto Médico Regional (IMR) de dejar de atender a más de once mil afiliados de PAMI de la ciudad de San Lorenzo y la región, un grupo de jubilados se movilizó en la mañana del miércoles por las calles de la ciudad.

Los manifestantes partieron desde la sede local de la obra social, en calle Urquiza al 500, y se movilizaron hasta la puerta del único efecto médico privado de la localidad en condiciones de hacerse cargo del servicio médico de los abuelos de San Lorenzo y ciudades vecinas.

El reclamo de los abuelos fue completamente pacífico con algunos cánticos sencillos que exigían la atención médica dentro de la localidad, sin tener que viajar hasta Rosario, con todo lo que eso implica.

Sergio Dabove, a cargo de la Defensoría del Pueblo local, acompañó a los jubilados en este reclamo y fue recibido por el director del IMR Gustavo Marinovich. Según comentó el propio Dabove a este medio, las respuestas no fueron satisfactorias.

“Fue una marcha de protesta y de reclamo. Todos considerábamos que ellos eran los que monopolizaban la salud de la ciudad y han cortado la atención de los jubilados”, destacó quien se postula como candidato a concejal y explicó que luego se dirigieron nuevamente hacia PAMI, donde se les explicó a los presentes el nuevo sistema de traslados a la localidad de Rosario para los casos de internación.

Trabajadores despedidos

A las puertas del Regional también llegaron algunos de los más de 30 trabajadores, entre mucamas, enfermeras y personal de mantenimiento, que fueron despedidos en las últimas horas como consecuencia del cese de la prestación médica del Instituto Médico con miles de pacientes.

“Nos indigna porque nunca tuvimos un aviso sobre la situación que estábamos pasando. Queremos que nos reintegren porque necesitamos trabajar”, sostuvo una señora que trabajó como mucama en el lugar hasta el día lunes. Cuando llegó ayer, como todos los días, para trabajar, el reloj no la aceptó y se enteró que estaba despedida.

“No recibí ni si quiera un telegrama de despido. Es una falta de respeto para los empleados que los apoyamos durante muchos años”, agregó indignada la mujer que posee seis años de antigüedad dentro del lugar.

Además, aclaró que por ahora no recibieron ningún tipo de indemnización por la pérdida de sus fuentes laboral. “El lunes aparentemente dicen que nos van a pagar la indemnizaciones”, indicó, aunque aseguró que ellos quieren preservar su fuente de trabajo.